Tema 3: La responsabilidad



La responsabilidad es un valor que está en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el plano de lo moral.
Una vez que pasa al plano ético (puesta en práctica), se establece la magnitud de dichas acciones y de cómo afrontarlas de la manera más positiva e integral, siempre en pro del mejoramiento laboral, social, cultural y natural.
La persona responsable es aquella que actúa conscientemente siendo él la causa directa o indirecta de un hecho ocurrido. Está obligado a responder por alguna cosa o alguna persona. También es el que cumple con sus obligaciones o que pone cuidado y atención en lo que hace o decide. En el ámbito penal, culpable de alguna cosa, acto o delito. En otro contexto, es la persona que tiene a su cargo la dirección en una actividad.







·         Responde
·         a.  ¿Es bueno ser responsable?
·         b.  ¿Cómo mejorar la responsabilidad?




Cómo desarrollar la Responsabilidad
*Asumiendo y tomando decisiones adecuadas.
*Cumpliendo con la parte que nos corresponde en un trabajo en equipo u otro compromiso.
*Buscando soluciones a los problemas y asumiendo las consecuencias.
*Estando conscientes de que nadie puede responder por nosotros.
*Asumiendo el cuidar, preservar el medio ambiente y los bienes públicos




1. Responde lo siguiente
¿Qué sabes sobre la responsabilidad? ¿Qué es?
¿Cómo actúan, o qué hacen las personas responsables?
¿Cumplen o incumplen las tareas que se les dan?
¿Las cumplen bien o mal?
¿Conoces alguna persona responsable? ¿Cómo se comporta?
¿Eres responsable? ¿Por qué?







2.  Con mucha atención lee el siguiente cuento
“El Pollito perdido”
“Había una vez una mamá gallina que tenía muchos pollitos, y como ella era muy responsable, siempre los contaba moviendo su cabeza de un lado para otro y diciendo: clo, clo, clo, clo, clo, clo (eso significa uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, en el lenguaje de las gallinas), y así decía cada vez que tocaba uno. Ellos muy contentos le repetían: pio, pio, pio, cuando la mamá gallina los tocaba con sus alas.
Así, un buen día, se encontraron un caminito con piedras, y los pollitos cruzaron detrás de su mamá, saltando y saltando, diciendo pio, pio, pio.
Un pollito travieso se quedó detrás, y cuando su mamá, que nunca dejaba de tener responsabilidad, comenzó a contar clo, clo, clo, clo, ¿clo?¿Clo?¡Clo! uno no respondió, y ella empezó a buscarlo. Y busca que te busca, y dale que te dale, hasta que, de pronto, se lo encontró picando unos granitos de maíz con su piquito. Y le dijo regañándolo: ¡Clo!
Como mamá gallina estaba tan contenta por haberlo encontrado se fueron todos juntos, saltando por aquí y por allá, y cada vez que la gallina decía un clo, ¿qué respondían los pollitos? ¡Pues pío!”



Reflexiona con las siguientes preguntas
·       
  ¿Qué demuestra este cuento?
·         ¿Cómo era la gallina?
·         ¿Qué hubiera pasado si la gallina no fuera responsable?
·         Y los pollitos, ¿eran responsables?
·         Y si no lo eran, ¿podéis explicar por qué?
 









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